DEFINICION Y CARACTERISTICAS
EL JUEGO
El juego es una actividad innata y propia de la infancia. El juego sigue a la vida del ser humano en sus
diferentes etapas evolutivas, pero a diferencia de los adultos, para quienes se identifica claramente cuando
están jugando y cuando no, los niños y niñas viven su evolución como un juego en sí misma. Es por ello que
nuestro acercamiento como educadores será a través del juego.
El juego infantil constituye la acción en la que el niño o niña satisface su necesidad de aprender. Esto no quiere
decir que el juego acompañe a la acción de aprender y que ambas sean dos realidades paralelas o
interrelacionadas, significa que juego y aprendizaje forman un todo indisoluble.
Los niños y niñas tienen la capacidad lúdica asociada a cualquier acción que realizan debido, posiblemente, al
esfuerzo que supone el aprendizaje en los primeros dos o tres años de vida. Sin una motivación producida por
la vivencia placentera de su tarea sería impensable que pudieran desarrollar tal cantidad y variedad de
aprendizajes en tan corto espacio de tiempo.
En la primera infancia se convierte en juego cualquier experiencia y es jugando como se realizan la
mayoría de los aprendizajes.
Desde esta perspectiva el juego, la vivencia lúdica es indisociable del esfuerzo y del aprendizaje. Como el niño
o la niña tiene que aprender tanto, en tan corto espacio de tiempo, precisa de la suficiente motivación que
justifique el esfuerzo. Al "no parar", intentando agotar las posibilidades exploratorias que se le brindan, decimos
a menudo: "es incansable".
La realidad es que los niños y niñas sí se cansan de descubrir, un día representa miles de aventuras y
experiencias nuevas que se van sumando a su aprendizaje y desarrollo. Luego llega la hora del descanso: la
cama y el niño "cae rendido", pero mientras no alcance ese nivel de agotamiento podrá seguir jugando, porque
la vivencia placentera le impulsa a mantener una tensión activa.
Concepto y características.
Cuando alguien habla sobre un juego, todos damos por sentado que
sabemos lo que es, ¿pero serías capaz de realizar una definición sobre
lo que es el juego?
Lo cierto es que es un concepto difícil de definir por la gran variedad de
factores por los que está condicionado. Es difícil englobar en un
definición el juego de un bebé con un mordedor y el de dos jóvenes
jugando al ajedrez. Lo que sí es más sencillo es identificar cuando
alguien está jugando, ¿verdad? Éstas son las características que nos
indican qué es juego y qué no lo es:
Se inicia con un impulso exploratorio. Cuando los niños y
niñas no se inhiben ante lo desconocido, muestran un
comportamiento de investigación que sólo hay que impedir si
supone una conducta de riesgo. Como resulta muy difícil reprimir
ese impulso, hay que facilitar su progresiva autorregulación.
Es placentero para quien lo realiza. Aunque no se demuestre con expresiones de alegría especial, el
juego resulta placentero para sus actores. Favorece un sentimiento de satisfacción que mantiene la
actividad con un alto grado de atención y de deleite. El tiempo pasa sin que los niños y niñas se
percaten y parece que se interrumpe siempre algo importante cuando llega la hora de dejarlo.
Es espontáneo y voluntario. Es libre y sólo guiado por motivaciones internas, independientemente de
sus metas u objetivos. Se acepta de forma personal, lo cual quiere decir que se desea participar en él.
Es motivador. La presentación de la actividad de forma lúdica, supone una "llamada" motivadora.
Tiene un fin en sí mismo. Su finalidad es su propia realización, que resulta placentera. Los resultados
en el juego son algo añadido. En las actividades lúdicas predomina la acción sobre el objetivo.
Tiene o impone reglas para su realización. Estas reglas son impuestas en relación con la acción, los
objetos y sus características; el espacio y las posibilidades de los jugadores. En ocasiones son juegos
reglados. Hay que crear una referencia de las normas de convivencia, que consisten en "pasarlo bien:
todos" y "que a nadie se le haga daño".
Implica una participación activa. El mismo tipo de juego es diferente en cada niño y niña que lo
realiza, ya que no sólo se condiciona por las características exteriores sino también personales.
El material no es indispensable para el juego. Si el niño o niña necesita algún objeto, cualquier cosa
le puede valer (trapo como capa, lápiz como avión…), no tiene que ser necesariamente un juguete.
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